El coach acompaña y desafía al cliente a través de preguntas, observaciones y técnicas para clarificar dónde está hoy y adónde quiere llegar, y lo ayuda a encontrar los recursos que necesita para transformar su perspectiva en pos del logro de sus objetivos. Atravesando este proceso de transformación, el cliente amplía su perspectiva y asume el compromiso de pasar a la acción.
Los procesos de coaching individual tienen una duración aproximada de entre 5 y 15 sesiones, dependiendo del tema a trabajar con el cliente y los progresos que se observen. Cada sesión dura aproximadamente 60 minutos.